En realidad, la mayoría de estos sucesos se producen en bares y domicilios particulares, no tanto en escuelas, el trabajo o templos religiosos, como comúnmente se cree. La norma más que la excepción es que tengan lugar en entornos de pobreza. Lugares donde abunda el estrés colectivo y hay pocas vías para aliviarlo. Si esta tensión se combina con alcohol y armas, señalan estos investigadores, hace falta muy poco para que salte la chispa y tenga lugar el mass shooting. Otro mito es el del tipo de armas. La prensa suele mostrar que estos crímenes
|
etiquetas: mass shooting , estados unidos