Madrid usa muletas intentando seguir pagándose por los que vienen de fuera, pero ya no son gentes con hambre sino turistas que gastan papizzas y vapean con permiso del especulador que renta su vivienda en internet. Hay quien dice que esto de echar de menos a la raíz es una posición retorcida y sobrevalorada. Cuando no nos quede nada veremos de quién era la razón.
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