Actualidad y sociedad
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Los perdedores

Sé que me dieron la paliza por mi culpa. Me la dieron porque me había blindado tanto que ningún insulto parecía dolerme. Ningún zarandeo ni ninguna humillación eran suficientes para siquiera hacerme enarcar una ceja. Tampoco los empujones o patadas ocasionales que mis profesores achacaban a “la casualidad”.

| etiquetas: acoso escolar , ansiedad , colegio , infancia

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