Cuatro años y medio de conflicto violento han destruido regiones enteras de Siria. Los barrios han sido destrozados por los bombardeos gubernamentales, obuses de cañón, y las ciudades han sido tomadas por rebeldes y militantes ISIS, luego retomadas por las tropas del gobierno matando a cientos de miles de personas e hiriendo aún a más. Las Naciones Unidas estima ahora que más de 4 millones de sirios han convertido en refugiados, obligados a huir a los países vecinos o a Europa. Atrapados en medio de todo este horror son los hijos de Siria.
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