Sigue la senda abierta por su padre, Siim Kallas, que abandonó el Partido Comunista Soviético y fundó, en 1994, la formación liberal que ha dominado el Gobierno en Estonia desde entonces. Kallas mantiene una oposición frontal a la Rusia de Putin. El pasado febrero Rusia la incluyó en su lista de personas en busca y captura. Kallas también se vio salpicada por un escándalo de su marido, quien tenía una participación en una empresa que había seguido trasladando materias primas a Rusia a pesar de las prohibiciones impuestas por el Gobierno estonio
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