El peatón siempre tiene la razón en la calle ante un conductor de un automóvil. Y más razón tiene si el chofer actúa con impericia y viola normas de tránsito. El fallo, firmado el 10 de mayo de este año, enumera todas las infracciones y desprolijidades cometidas por un taxista previas al desenlace fatal donde atropelló a un cuidador que trabajaba en una parada de taxis. La víctima falleció en un hospital público.
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