El funcionario encargado se encontró con que el recluso se estaba comiendo el trozo de oreja que se había cortado previamente. El preso recibió una primera asistencia y fue estabilizado. Después fue evacuado a un hospital de la capital andaluza. No es la primera vez que este preso, de 31 años, se comporta de esta manera. Hace un año, se seccionó partes de la oreja y se las comió. Consiguió cortarse los lóbulos y aseguró a los funcionarios que se los había comido.
|
etiquetas: sucesos , sevilla , preso , carcel , centro penitenciario