En el siglo XX, existía una cosa que se llamaba revolución. Consistía en tomar el Estado. De una forma u otra, la política, transformadora o no, ha consistido en algo parecido. En tomar, en ganar, en acercarse, en estar en el Estado. ¿Ser Estado, ganar elecciones y acceder a él, sigue siendo el programa de la política? ¿Es efectivo? ¿Lo ha sido? En La política contra el Estado. Sobre la política de parte–Traficantes de Sueños, 2018– Emmanuel Rodríguez describe esa dinámica, sus resultados y un posible escenario para la política en el siglo XXI.
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