Este extraño caso ha tenido lugar en Melbourne. El acusado Darrington asegura que durante una pelea con su compañero Matskassy, el arma se disparó hiriendo de muerte a Matskassy. Después lo remató con un segudo tiro y este sí que fue intencionado. El caso es que no hay forma de saber si el hombre ya había muerto con el primer disparo, por lo que el segundo disparo que sí que fue intencionado podría haberse efectuado contra un cadáver. Lo han declarado culpable de intentar asesinar un cadáver, ya que según el juez lo que cuenta es la intención.
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