Cuando Gobierno, Generalitat y Nissan daban casi por hecha la llegada de Great Wall Motors a la fábrica de Zona Franca (Barcelona), la empresa china pone pegas a la inversión. La compañía no quedó muy convencida de los activos de la planta barcelonesa y junto con el replanteamiento de sus planes para el mercado europeo tiene ahora dudas de quedarse con la instalación. Más dinero público, eso sí, podría ayudar a desencallar la inversión.
|
etiquetas: great wall motor , dinero público , nissan barcelona , vechiculo eléctrico