En Corea del Sur han encontrado la forma más rocambolesca de echar un cable a aquellos que nadan en un continuo mar de estrés. En un país donde sus ciudadanos reconocen abiertamente el hastío que les provoca su estilo de vida, alguien que ha vivido de cerca la enorme opresión social ha tenido esta (¿genial?) idea: abrir cárceles en las que los presos se recluyen por su propio pie, de forma totalmente voluntaria, para desprenderse del estrés con el que han de convivir diariamente.
|
etiquetas: estresado , ingresa , prisión , voluntariamente , temporada