Las investigaciones judiciales tienen la cualidad de solidificar neblinas. Se sabía. Se sabía que Pablo Iglesias era objeto de una guerra sucia de documentos comprometidos, personales y políticos, y que a Pedro Sánchez lo habían advertido por lo civil y por lo penal para que nunca amigara con el líder de Podemos.La conexión de la presunta policía política con determinadas publicaciones y periodistas –casi todos procedentes de la misma cantera– también era conocida.
|
etiquetas: espionaje , iglesias , aparatos del estado