España contrató a temporeros marroquíes durante el confinamiento para la recogida de la fresa. Pero a pesar de que se les consideró trabajadores esenciales, ni el Gobierno ni las empresas tomaron medidas para protegerlos del COVID-19 y a los que enfermaron no se les garantizó la atención médica. Es lo que ha asegurado el relator de la ONU de pobreza extrema y derechos humanos, Olivier De Schutter que ha criticado las «pésimas condiciones y desatención» hacia estos trabajadores inmigrantes en España y ha pedido que se mejoren.
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