Aunque se asocia el liberalismo con la defensa de los intereses empresariales, lo cierto es que el liberalismo termina enemistándose con casi todos los empresarios, porque tarde o temprano estos terminan perdiendo sus ventajas competitivas frente a otras compañías y su única forma de conservar su posición dentro del mercado pasa a ser solicitando privilegios al Estado. Y los liberales, claro, se oponen a toda forma de privilegio estatal.
|
etiquetas: uber , juan ramón rallo , liberalismo , monopolio , taxistas