Khadija tiene 18 años, solo un año más que la duración de la guerra afgana, y ya ha estado casada tres veces, con tres hermanos. Uno era un insurgente talibán, que murió peleando contra marines estadounidenses. Otro era un policía, a quien asesinaron cuando peleaba contra los talibanes. El otro trabajó como intérprete para los marines y ahora lo persiguen los talibanes, quienes han amenazado con matarlo a él y a su bebé.
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