El término auto compartido o car sharing comenzó a sonar hace poco más de una década. Pero los resultados de la iniciativa de Autolib y los Bolloré Bluecar se materializa hoy en un cementerio de miles de autos eléctricos abandonados. Hace tres años, una de las iniciativas pioneras en el servicio de autos compartidos dejó de prestar servicio y sus vehículos urbanos no encontraron otro destino que un descampado en Francia.
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