A los 13 años, me crucé con un cura sádico que nos golpeaba con una vara con la punta de metal, a la que llamaba Excalibur; un día me dio tan fuerte que estuve dos semanas de baja. Varios de mis profesores eran criminales y han sido juzgados por tocar a los chicos. En mi caso, me condujeron, en mi primera juventud, a lanzarme a las relaciones sexuales más insanas y problemáticas que se pueda imaginar, y a una depresión que atribuyo a que me hicieron sentir alguien sin ningún tipo de valor.
|
etiquetas: curas , iglesia , católica , irlanda