La fama tiene su precio,y la playa del Hierro en Fuerteventura, lo está pagando desde que Instagram la hizo viral. En vez arena tiene algas calcáreas que parecen palomitas de maíz.Estos rodolitos, un caso peculiar en el mundo por la cantidad acumulada,crecen 1 milímetro al año. La paleontóloga Esther Martín, destaca que la ley no permite llevárselos y señala que la mayoría tiene unos 4.000 años. Calcula que,en una estimación conservadora,y solo por el aeropuerto,los visitantes que abandonan la isla podrían estarse yendo con unos 10 kilos al mes
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