La mejor forma de definir el cinismo, como actitud moral, es equiparándolo a la obscenidad y la falta absoluta de vergüenza, sobre todo en la esfera pública. Concretamente se aplica a la hora de mentir, engañar y negar la más cruda evidencia con esa cara de no haber roto un plato, fingiendo sorpresa, estupor y hasta la más afectada indignación. En un mundo donde la verdad es destripada, cosida y recosida hasta quedar irreconocible, donde quienes la sostienen, a pesar de todo y casi contra toda lógica (la del sistema), se arriesgan a...
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