Su talante soberbio, altanero, arrogante, altivo, vanidoso, fatuo, despectivo, impertinente y engreído la convertían en una sospechosa habitual. En su honor hay que reconocer que nunca lo ha disimulado más bien lo ha exhibido como su principal y única tarjeta de presentación. Su rancio abolengo junto al hecho de haber vivido toda su vida en un burbuja económica y social, sin duda, han agudizado aún más su perfil altivo.
|
etiquetas: cayetana álvarez de toledo , patriota en diferido