Cuando se analiza a un dictador y su dictadura, se le suele presentar como un ser sanguinario y represivo que gobierna un país para él mismo y para nadie más. Pero lo cierto es que en raras ocasiones un dictador llega al poder y se consolida en él sin ayuda; a menudo cuenta con la colaboración de oligarcas y multinacionales que esperan sacar un gran provecho a cambio, una colaboración que se olvida muy pronto, si es que se llega a saber en algún momento.
|
etiquetas: capitalismo , autoritarismo , dictadura