"Somos prisioneros extranjeros... Ayúdenos y avisen a una organización de derechos humanos". Este mensaje, encontrado por una niña en una tarjeta de Navidad en Reino Unido, llevó a la tienda de autoservicio Tesco a suspender la producción de las tarjetas en una fábrica en China. La nota fue descubierta por Florence Widdicombe, de 6 años, la cual presuntamente fue escrita por prisioneros en la ciudad china de Shanghái denunciando que fueron "obligados a trabajar en contra de nuestra voluntad".
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