Las compañías que aparecen en estas webs lo desconocen. Eso se debe a la publicidad programática, un sistema para anunciarse en internet muy extendida gracias a su bajo coste. En lugar de elegir manualmente en qué portales se anuncian, las empresas externalizan esa gestión en plataformas que, mediante algoritmos, distribuyen sus mensajes por internet. Sin embargo, ese proceso automatizado solo tiene en cuenta el impacto en audiencias que proporciona esa web, no si esas visitas se logran recurriendo a insultos.
|
etiquetas: presión ciudadana , extrema derecha , publicidad