Lo que nos ocurrió el pasado jueves es algo tan surrealista que en un principio no sabíamos qué pasaba y cuando lo descubrimos no podíamos creerlo. Íbamos caminando tranquilamente por las calles de Nájera cuando Lucca comenzó a cojear de repente. Revisé las almohadillas y la pata y no vi nada, por lo que la deje continuar. En ese momento, empezó a chillar y a ponerse histérica y la tuvimos que coger en brazos e ir corriendo al veterinario. Llegó allí en shock, con la temperatura y las pulsaciones muy elevadas y temblando. Pero, cuando esto s
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