Se trata de unos pobres perros de raza podenca, atados con cadenas cortísimas, a barriles de metal, sin ningún tipo de sombra. Los animales se pasan atados las 24 horas. La denunciante nos apunta: “Los perros están atados siempre, sin ser soltados nunca. Sin contacto entre ellos, sin contacto con seres humanos. Imaginad con el calor de verano, con temperaturas de hasta 36 grados, el sufrimiento de esos pobres animales. La situación ya se ha denunciado ante el Ajuntament de Llucmajor, sin que éste haya solucionado nada”, concluye.