El Nacimiento que preside el gran salón de audiencias del Vaticano es un regalo de la ciudad de Belén al Papa Francisco. Por eso, la cuna del Niño Jesús está decorada con una 'kufiya', el tradicional pañuelo o bufanda palestina. Cuando Francisco lo ha visto por primera vez, ha explicado que “ante este pesebre recordamos a nuestros hermanos y hermanas que, en Belén y en otras partes del mundo, sufren la tragedia de la guerra”. “Con lágrimas en los ojos elevamos nuestra oración por la paz. ¡No más guerra, no más violencia!"