Esto es vergonzoso: Aquellos que más educación, respeto y elegancia deberían demostrar por ser precisamente el espejo donde se miran muchos niños y pq no les falta de nada en la vida , lamentablemente son los que al final se comportan como simples y vulgares barriobajeros. Aunque , pensándolo mejor, no sé de que narices me extraño.
Si ya es recriminable este comportamiento en cualquier persona, más deleznable es aún en el caso de un personaje público como Valdes.
#7 ¿Y que tiene que ver la ideologia politica de cada uno? ¿o es que quizas por ser futbolista estas inhabilitado para poder expresar libremente tus convicciones,sean estas las que sean???
Disculpame, pero creo que tu comentario es desafortunado, al margen que haces un silogismo peligroso que busca ofender.
Si no recuerdo mal creo que fue a raíz de este suceso cuando el COI aprobó el artículo Andersen, donde se autorizaba a los atletas a poder recibir asistencia médica en plena carrera sin necesidad de ser descalificados por este motivo, ya que hasta entonces era motivo de descalificación.
Claro, ahora entiendo pq no he triunfado en la vida: Mi universidad apenas sale en los rankings. Curiosa forma de animarme y desmoralizarme al mismo tiempo.
Pero...¿Qué narices hacía el picoleto saliendo del burladero? ¿acaso quería ponerle un par de banderillas? Tiene suerte el toro que el guardia civil no tuviera tiempo de sacar la porra que sino...
#1 Estoy contigo. Y además me preocupa que nadie aporte soluciones. De hecho, solo veo a agoreros advirtiendo de la llegada del apocalipsis, previniendonos de la llegada de la crisis mientras lanzan mensajes pesimistas a diestro y siniestro....pero nadie aporta soluciones prácticas. ¿Quién será el primero en dar el primer paso?
#32 Respeto tu comentario, pero en este caso es diferente, pq le estas pidiendo al débil (economicamente hablando, claro) que suprima un elemento útil y accesible de su vida (Ikea )para que la pegatina de "solidaridad" se la cuelguen los que precisamente no necesitan acudir a estos establecimientos low-cost.
Yo compro en Ikea....y seguiré comprando en Ikea, pq no me puedo permitir otra cosa. Me encantaría comprarme la mesa de roble anhelada que tanto hemos buscado, el sofa que muchas veces he soñado, el armario a medida que tan bien quedaría en mi habitación, el espejo que hace tanto que desea mi pareja...pero entonces es cuando me despierto, y me doy cuenta de la cruda realidad :Que mi economía de guerra no me permite otra cosa que bajar la cabeza y acudir nuevamente al Ikea a comprar los muebles...sean de la calidad que sean.
¿Qué quereís que os diga?¿que no compraré más en Ikea? Por favor, seamos realistas. En este caso el único perjudicado sería yo, pq esta claro que las trabajadoras seguirían cobrando lo mismo.
No,no me corresponde a mi sacrificarme, sino a otros, y concretamente , a aquellos que se les llena la boca hablando de combatir la precariedad y la explotación laboral, que hacen de la solidaridad su bandera y que, además, en muchas ocasiones forman parte de gobiernos u organizaciones que permiten que en su territorio se favorezcan estas conductas o que, por el contrario, posibilitan que determinadas empresas ejerzan sus funciones incumpliendo reiteradamente ciertos estandards de calidad.
Pero claro, seguro que ellos nunca han acudido a Ikea. No tienen necesidad de ello.Al fin y al cabo el que al final se tendrá que privar de comprar muebles para evitar injusticias en el mundo seré yo.
#5 respeto tus comentarios,y defenderé hasta la muerte tu derecho a manifestarlos pero da la sensación que tu pregunta es retórica. La percepción que me has transmitido es que quieres que digamos que los gilipollas somos nosotros. No admites debate ( o unos u otros). Quizás ello sea debidoa a que a tí te interese circular a 200 km/h.
Pero, lamentablemente, eso no significa que los que no compartan tu opinión sean gilipollas.
En cualquier caso, es una opinión a tener en cuenta, ya que, además mis amigos opinan igual.
#12 Bueno, si no recuerdo mal en sus origenes Losantos fue del Partido Comunista (como Pique, Boyer...)así que quizás en los genes de sus vástagos algo quede.
Tanto da que le condenen o no. Seguirá diciendo lo mismo y de la misma manera.¿Pq? Pq esta es su marca, y sin ella no sería nadie. Como dicen los ingleses "Si algo funciona ¿Pára que cambiarlo?", y a él, desgraciadamente, este forma de hacer "periodismo" le sirve.
Recuerdo que en cierta ocasión leí que el hijo de Losantos le había pedido a su padre que quizás sería conveniente que rebajara el tono de sus ataques, insultos y teorías,ya que podía ser igual de bueno sin hacer uso de los mismos. Y Losantos le respondió:"Pués gracias a ellos estás estudiando en EEUU...".
Es innegable que estamos matando a los auténticos políticos,es decir, a aquellos que no seguian unos patrones marcados, que tenían opiniones propias y que eran capaces de ser auténticos depredadores en la defensa de sus convicciones, independientemente de las critícas que pudiesen recibir por no haber sido quizás "politicamente correctos" en sus manifestaciones. Quien lo votaba sabía exactamente lo que votaba...
Y , por el contrario, estamos creando figuras decorativas incapaces de manifestar una opinión propia sin que la misma sea susceptible de ser criminalizada...bien por su partido o bien por la prensa "independiente"...y claro, ello propicia que este temor a decir algo "incorrecto" sea aprovechado para aupar o derribar a candidatos de cualquier vertiente. Quien lo vota no sabe exactamente a quien vota...
Intento explicarme mejor: Si un candidato X critica la política de la Iglesia, este comentario posiblemente sea rapidamente aprovechado para decir que quiere acabar con los privilegios de la misma. ¿Consecuencia? El candidato X evitara manifestar su verdadera opinión al respecto. ¿Corolario? El candidato X manifiestará una opinión "políticamente correcta", y el votante votará al candidato "politicamente correcto" y no al verdadero candidato.
En conclusión, considero que no debería penalizarse tanto las meteduras de pata, ya que, al fin y al cabo, nos revelan la verdadera personalidad de los candidatos y, por ende, su programa político.