Si se compra al contado y para vivir (suponiendo que solo tengas una vivienda cada vez, dinero suficiente para ello y siempre quieras ser propietario) ¡El precio es indiferente!
¿Por qué? Por el valor de uso.
La vivienda que se compra será equivalente a cualquier otra equivalente, su valor de mercado será homogéneo con la que acabes de vender para comprar esa, y el valor de uso se mantiene constante (la usas para vivir no para especular). Es decir, si hoy vendes por 100000, compras una equivalente por 100000, si dentro de un tiempo esa que compraste la puedes vender solo por 50000, comprarás una equivalente por 50000.
El precio de mercado puede variar, pero el valor de uso se mantiene. Eso sí, si necesitas hipotecarte para comprar, más te vale que hagas cuentas, porque en ese caso estás trayendo del futuro un dinero que quizá no consigas en ese futuro.