#69 Entiendo que si un juez en ese caso dicto broma macabra es que podemos denuncio. Aqui no hay sentencia han denunciado veremos que se dicta al final. Pero si estuvo bien que unos denunciaran por que otros no?
#40 No tengas ninguna duda de que la mayor parte de los que ahora mismo están en el gobierno de la Xunta de Galicia, son del Opus Dei.
Y no sólo los que están en el gobierno... buena parte del PPdG son del Opus Dei. Y muchísimos cargos y mandos itermedios (incluida la Armada), en muchas instituciones (jueces, fiscales, catedráticos, notarios, registradores.
Tanto es así que cualquier gallega que quiera abortar en un hospital público, va a ser enviada en un microbús a un hospital de Salamanca, porque por aquí, desde los tiempos de Romay Beccaría (que fue consejero de sanidad en la Xunta y ministro de sanidad con Aznar... y hasta el año pasado era el presidente del Consejo de Estado), los ginecólogos de la sanidad pública gallega, son todos objetores de conciencia!!
#24 Ahora por fin tienen al trifachito para dar dinero público a la iglesia como si no hubiese mañana, y perdonar impuestos a los que más tienen con el dinero de todos. Mientras no se pongan malos y tengan que recurrir a la sanidad, o tengan que llevar a sus hijos a un colegio público, supongo que al principio estarán contentos porque apenas notarán los recortes que les van a hacer al estado de bienestar. Para final de la legislatura sí que lo habrán notado y les habrán dolido mucho, pero los palmeros se dedicarán a enviar bulos por WhatsApp unos días antes de las elecciones y todo olvidado porque "vienen los rojos".
#69 Completamente de acuerdo. A esos "hombres" por mi, los pueden meter en una cámara de gas a todos. Sin piedad cometen atrocidades en nombre Alá y se escudan tras la sarta de mentiras que ellos mismos se han inventado.
#37 Me gustaría romper una lanza contra tu generalización. Hace bastantes años trabajé como peón en una finca dedicada al cultivo de la vid. El dueño de la finca era, y supongo que sigue siendo, un enamorado de los árboles, sobre todo de las encinas; en sus tierras están los que son, con muchísima diferencia los mejores ejemplares de la zona. Su pasión llegaba a tal punto que una de esas encinas fué hendida por un rayo y quedó muy tocada; apenas quedaron unas cuantas ramas menores vivas y alguien le recomendó que la cortara porque era un gran árbol y de ahí podía sacar mucha madera buena. Él se negó en redondo, nos mandó a otro y a mí a retirar la madera muerta y a día de hoy el árbol sigue ahí, con su gran herida pero todavía vivo. Otro buen ejemplo del amor de este hombre por los árboles es otra encina que está en el márgen del camino junto a una de sus viñas. En esa se ve claramente la influencia de sus raíces porque en una circunferencia de no menos de treinta metros de radio alrededor del árbol las cepas son pequeñas y débiles. Alguien del pueblo le dijo a este hombre que cortara la encina, que no dejaba crecer a las cepas y él, con media sonrisa le respondió que ya tenía muchas cepas. Comerme el almuerzo a media mañana sentado a la sombra de ese árbol en una pausa del trabajo duro de la viña es uno de los grandes recuerdos que conservo de esos años. Pero ese hombre es una excepción, dirás. Y yo te daré la razón, es una excepción pero también es una inspiración para otros. Al menos para mí lo ha sido.
cc #77