Me ha recordado al capítulo de IT Crowd sobre el caníbal alemán:
-Fue una equivocación de lo más graciosa. Resultó que no era una clase de cocina, sino que él quería cocinarme
-Y no le denuciaste?
-No... Por qué?
-Porque quería cocinarte!
-Pero sólo con mi consentimiento, y créeme, éste no llegó
#10 Y caldo de lombarda, y comer pipas de forma desafiante... Es como la viñeta de la historieta de Soborno de Mortadelo y Filemón:
-Expulsado por insultar al árbitro!
-Pero si no he dicho nada!
-Pero lo ha pensado