#13 Hombre, yo soy gallego y mi familia viene del rural, y sí, el rural gallego es pobre, eso es así. Conozco zonas enteras dedicadas a la agricultura de subsistencia, y muchas de las comarcas teóricamente más ricas están centradas en la producción de leche que ahora no da más que pérdidas... Que sí, que por supuesto hay excepciones (por ejemplo el sector vinícola crea mucha riqueza) pero negar que en general el rural gallego es pobre es estar fuera de la realidad.
Eso sí, eso no es ningún motivo de vergüenza. Mis abuelos me cuentan anécdotas de largos viajes por la nieve en burro o temporadas largas comiendo castañas porque no había otra cosa, y bien orgulloso que estoy de ellos y de cómo salieron adelante en una tierra que carecía, y en muchas cosas sigue careciendo, de las oportunidades que otras tienen.
#7 Yo soy asturiano y hago cosas bastante similares. Ahora mismo tenemos una paellera eléctrica estropeada que queremos utilizar como cubierta (la zona de la olla), como maceta para planta (el contenendor de la resistencia), reaprovechar los tornillos de las asas y, si nos las ingeniamos bien, seguro que las resistencias en sí tienen alguna buena utilidad, sólo que aún no la hemos descubierto
Todo se aprovecha, todo tiene un uso y aquí nadie tiene tanto dinero como para pagarse una finca con pinta de jardín : P
#13 No entiendo porqué te avergüenzas de ser pobre y lo niegas tan insistentemente. NO pasa absolutamente nada, os respetamos igual, tenéis los mismos derechos. Contad con nosotros para lo que sea.
#9 que los gallegos somos pobres? No tienes ni idea. Que Galicia sea en su mayor parte rural no quiere decir que seamos pobres ni mucho menos. No vengas con historias. #11 nunca lo podría haber dicho mejor.
#9 Hombre... Un poco pobres sí que sóis los gallegos, no pretendáis engañarnos. Realmente no hay nada malo en ello. Yo soy de zona rica y no me considero mucho mejor que vosotros. Pero eso sí, nunca pondría un somier como valla.
#8 como bien dije en #7 guardamos todo "porque puede valer para algo", eso no quiere decir que seamos pobres ni mucho menos. No nos falta de nada ni tampoco nos sobra. No confundamos terminos ni generalicemos porque hay de todo.
Eso sí, eso no es ningún motivo de vergüenza. Mis abuelos me cuentan anécdotas de largos viajes por la nieve en burro o temporadas largas comiendo castañas porque no había otra cosa, y bien orgulloso que estoy de ellos y de cómo salieron adelante en una tierra que carecía, y en muchas cosas sigue careciendo, de las oportunidades que otras tienen.