Como si de banalidades se trataran, hay cosas en la vida que nunca cambian, una de ellas es la tendencia obscena de las Naciones Unidas de servir a la izquierda global. Antes era más disimulado, menos evidente, existía una intención de querer mostrarse imparciales; pero en el 2020 eso cambió por completo y la ONU —junto a varias de sus agencias— se ha quitado la careta para revelar su verdadera naturaleza. Para muestra, un cargo: António Guterres, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, ex presidente de la Internacional Socialista. Y si es exagerado decir que la ONU es manejada a diestra y siniestra por la izquierda solo porque su Secretario General fue presidente de la Internacional Socialista, solo hay que presentar un dato para rebatirlo: del total de quince agencias de la ONU, 4 son presididas por China mediante ex miembros o miembros del Partido Comunista Chino (PCCh) y en 7 de ellas tienen el segundo cargo más alto; es decir, el comunismo chino tiene una injerencia directa en 11 de las 15 agencias especializadas de la ONU. Así que no debe sorprender: no importa ni cuándo ni dónde, la ONU siempre es servicial a la izquierda. La agenda colectivista y progresista es prioridad, los regímenes del mundo gozan porque nadie le pone un freno a su constante violación de derechos y restricción de libertades, el mundo sufre cada vez más y ve como los peores vicios de la humanidad son promovidos e impuestos desde “la institución que aboga por la paz y seguridad intencional”. Vaya mentira.
Que Podemos y la zurdería en general ataquen al sistema democrático es lo esperado. Su ideología, de corte totalitarista y populista va en contra de la democracia. La democracia no es votar cada 4 años y que el ganador se lo lleve todo, incluido el control de los órganos de control de poder, especialmente los que controlan la independencia judicial y de la prensa.
No hay democracia sin oposición política, sin libertad de prensa y, sobre todo, sin un poder judicial independiente.
Deslegitimar la oposición, atacar la a prensa que critica a los que ganan las elecciones y revolverse contra el poder judicial cuando este no resuelve al gusto del gobernante de turno, no nos hace más democráticos sino todo lo contrario.
La democracia no es votar cada 4 años y que el ganador se lo lleve todo, incluido el control de los órganos de control de poder.
No hay democracia sin oposición política, sin libertad de prensa y, sobre todo, sin un poder judicial independiente.
Deslegitimar la oposición, atacar la a prensa que critica a los que ganan las elecciones y revolverse contra el poder judicial cuando este no resuelve al gusto del gobernante de turno, no nos hace más democráticos. Todo lo contrario.
Es consciente de que si deja el poder puede acabar en el banquillo. Las únicas opciones para defenderse, él y su entorno, las tiene conservando el poder. No sale de Moncloa ni con agua caliente
Utilizad todos un poco el cerebro, hacedme el favor. Ningún gobierno puede estar por encima de los tribunales o nos joden vivos a los de a pie. Ni voluntad popular ni urnas ni pollas, tienen que someterse a las leyes igual que el resto. Ya se libran más de lo que deberían, ¿en serio queréis darles barra libre?
Si tienen que investigar a Begoña, que la investiguen. No sé cuál es el problema si no ha hecho nada, de hecho deberían investigar de oficio y a todas horas a quienes tienen relación con dinero público. Y lo de Begoña, desde el cariño, canta ópera. Todo son casualidades a su alrededor. Incluyendo ser la mujer del presidente. Caray.
Resulta inquietante el manifiesto promovido por periodistas en el que se denomina golpistas a jueces y compañeros de profesión. Que profesionales de la comunicación se permitan afirmar que hay un «intento de subvertir la voluntad popular expresada en las urnas mediante medios ilícitos» es un hecho de extraordinaria gravedad y crea un peligroso precedente. Este marco resulta inédito en el contexto europeo y difumina más allá de lo verosímil los márgenes entre el periodismo y el activismo militante. Que esta iniciativa esté firmada por periodistas que trabajan en la televisión pública como Silvia Intxaurrondo y otros periodistas de trayectoria contrastada es una prueba más del insólito deterioro al que estamos sometiendo a una de las instituciones esenciales en cualquier democracia. La acusación entraña una enorme gravedad y se asienta sobre una pura cobertura al poder político fruto de la ceguera ideológica.
La diversidad editorial no es un lastre ni un mal que debamos tolerar, sino que constituye un patrimonio esencial en las sociedades libres, además de ser un valor superior de nuestro orden constitucional. España necesita que existan medios confiables, de distintas corrientes ideológicas, que sean capaces de disentir con lealtad, pero que respeten de forma prioritaria el derecho a la información, la crítica veraz al poder y un escrupuloso apego a los hechos. Frivolizar con el uso de conceptos como el golpismo constituye una peligrosa irresponsabilidad, sobre todo cuando este discurso fanatizado está impulsado por una profesión que está llamada, precisamente, a proteger, custodiar y promover nuestra convivencia democrática. (ABC-27/04/2024)
Por ahora no existe querella, sino una denuncia. La denuncia se considera como un deber de los ciudadanos referido en los artículos 259, 262 y 264 de la LECrim. Por norma general, el art. 259, establece que tendrá la obligación de denunciar el que presencie o sospeche la perpetración de cualquier delito público pudiendo ser sancionado con multa por falta de colaboración con la Administración de Justicia.
Lo que deja claro este artículo es que alguien ha filtrado a la prensa un documento amparado por el secreto y que quien lo ha hecho habría cometido un delito. Todo apunta a la fiscalía, lo que lo convierte en algo todavía más grave
Mucha manipulación sobre el tema; en ninguna de las nuevas leyes se elimina el reconocimiento debido a las víctimas del franquismo pero lo que molesta a los zurdos es que se incluyen también las víctimas caídas a manos del otro bando. Así la ley de Aragón hace mención al «reconocimiento de quienes padecieron persecución o violencia por motivos ideológicos, religiosos y sociales desde el año 1931 hasta el año 1978». Y ningún historiador negará que en esos años de la Segunda República que transcurren entre 1931 y 1936 se produjeron también miles de muertes y asesinatos por motivos ideológicos, religiosos y sociales.
Edades de algunas víctimas del terror rojo asesinados en Paracuellos el 4 de diciembre de 1936
Antonio Castillejos Zard 16 años
José María Miró Moya 16 años
Manuel Pedraza Gracía 15 años
Manuel Ruiz-Gómez Bonilla 16 años
Samuel Ruiz Navarro 13 años
Alfonso Rodríguez del Arco 16 años
Enrique Sicluna Rodríguez 16 años
Bernardino Trinidad Gil 16 años
#39 La exención de IRPF en el SMI no se llegó a aplicar al estar incluida en el Presupuesto 2024 que finalmente no se aprobó, por lo que la ministra miente
SMI bruto: 15.876 €
Cuotas a la SS por parte del empleado: 1.119,25 €
Cotizaciones sociales por parte de la empresa: 5394 €
Total aportado por la empresa: 21.273 €
Total NETO cobrado: 14745 €.
IRPF: 12% aprox= 1911,47 €
El Estado se queda con: 8.428 €
Miente la ministra cuando dice que se ha eliminado el IRPF para rentas iguales al SMI. Estaba en los Presupuestos del 2024 que no se han aprobado
El 12 de septiembre de 1874, criminales carlistas a las órdenes de Ezequiel Llorente asesinaron a D. Celestino Pasareu, maestro de Vilanova en Gerona. Otro crimen más de los carlistas que conviene no olvidar
La II República fue una calamidad, que no supo mantener su propia legalidad. Entre otros desastres, fue boicoteada por el propio PSOE en 1934 y provocó la mayor persecución religiosa del siglo XX en Europa. En los años treinta, España se convierte en la probeta donde se experimenta con el gran choque de ideologías que estallará con una truculencia inimaginable en la Segunda Guerra Mundial. España saldrá el envite con cuarenta años de franquismo, régimen que tuvo dos fases: una inicial dura y dictatorial, que dio paso a otra de progresivo aperturismo, que se tradujo en un robusto avance del país desde los años sesenta y la aparición de su fructífera clase media. ¿Cuál era la alternativa a Franco en 1936? Pues la conversión de España en un satélite de la Unión Soviética. Una tiranía comunista, en cifras la ideología más letal de la historia.
Todo aquello no se pueden resumir en blanco y negro, obligándonos a que nos calemos las orejeras de unos apriorismos maniqueos. Establecer qué pasó y por qué no corresponde a la política, es tarea de los historiadores. Las mal llamadas Leyes de Memoria son en realidad Leyes de Odio, comenzaron con Zapatero y Sánchez las ha llevado al extremo. España es la única democracia del planeta donde el Gobierno impone so pena de sanción una lectura única y obligatoria de la historia, en la que todos los de izquierdas son ángeles y todos los de derechas demonios. Por supuesto, las salvajadas de la II República y sus partidarios no existen. Esas leyes mutilan las libertades de cátedra y expresión a fin de que la izquierda luzca siempre espléndida en la foto. Son normas que reavivan odios de hace casi cien años para exacerbar las pasiones doctrinarias y mantener así la llama del apoyo irracional al sanchismo: la verdad no importa, solo la ideología.
Hay que aplaudir que los Gobiernos autonómicos de PP y Vox legislen para revertir esa ofensa a la verdad, la libertad y la inteligencia que ha perpetrado el PSOE, un partido que huérfano en economía se lanzó a pescar en los caladeros del odio para tratar de mantener su público.