La Generalitat valenciana que acaba de solicitar al central 31.402 millones de euros, más de lo que representa su presupuesto anual. Y la vez va a dejar de ingresar 495 millones de euros por la reducción de impuestos.
El PP y Vox (y, en realidad, las miles de personas que los llevaron al gobierno con sus votos conociendo esas ideas) piden ahora dinero al Estado a quien no desean financiar; solicitan militares, bomberos, policías, sanitarios, servicios y personal de emergencias… cuando están dedicando cada día que pasa menos recursos para mantener sus servicios o pagarles su sueldo. No se olvide: para la derecha y la extrema derecha valencianas una unidad de emergencias es «un chiringuito» que eliminaron, como primera medida, cuando comenzaron a gobernar.
Si la derecha y la extrema derecha hicieran todo esto, desmantelar servicios públicos esenciales, para ahorrar o por simple ignorancia o incompetencia hasta se les podría perdonar. Lo que no tiene perdón es que lo hagan para beneficiar a un puñado de grandes empresas privadas, a la banca y a las personas más ricas que son los únicos que, de verdad, se benefician cuando se bajan los impuestos y se deja de financiar al Estado en la medida de lo necesario para el conjunto de la sociedad
El PP y Vox (y, en realidad, las miles de personas que los llevaron al gobierno con sus votos conociendo esas ideas) piden ahora dinero al Estado a quien no desean financiar; solicitan militares, bomberos, policías, sanitarios, servicios y personal de emergencias… cuando están dedicando cada día que pasa menos recursos para mantener sus servicios o pagarles su sueldo. No se olvide: para la derecha y la extrema derecha valencianas una unidad de emergencias es «un chiringuito» que eliminaron, como primera medida, cuando comenzaron a gobernar.
Si la derecha y la extrema derecha hicieran todo esto, desmantelar servicios públicos esenciales, para ahorrar o por simple ignorancia o incompetencia hasta se les podría perdonar. Lo que no tiene perdón es que lo hagan para beneficiar a un puñado de grandes empresas privadas, a la banca y a las personas más ricas que son los únicos que, de verdad, se benefician cuando se bajan los impuestos y se deja de financiar al Estado en la medida de lo necesario para el conjunto de la sociedad