#2 Gracioso no, pero a mí lo que me ocurrió fue que me quisieron expulsar antes de llegar a entrar.
Teniendo yo 16 añitos (quién los pillara), mis padres estaban “estudiando” la Biblia con los testigos.
Aunque a mí no me hacía demasiada gracia, iba con ellos a las reuniones/misas y más o menos hice amistad con la gente que había de mi edad.
Un fin de semana, iba yo con mis amigos reales por una zona de tascas que normalmente no frecuentábamos y me encontré con una de las hijas del “anciano” (creo recordar que así se llamaban) que llevaba el estudio de mis padres, la saludé y continué la fiesta con mis amigos.
Ella iba con un cigarrillo en una mano y un cubata en la otra, cosa a la que no le di importancia aunque para ellos esas son de las cosas malas malosas que no se deben hacer (fumar y beber).
El caso es que, el lunes siguiente a ese fin de semana, me preguntaron mis padres que qué había ocurrido el fin de semana, ya que el padre de la chica les había estado echando la bronca porque su hija le dijo que me había visto fumando y bebiendo. Imagino que creería que la iba a delatar y prefirió atacar antes.
Les expliqué lo que realmente había ocurrido y por suerte mis padres todavía no tenían la cabeza tan mal como para creer antes en otros que a su hijo y tras algunas discusiones, acabaron mandándolos a paseo.
#11 No son lo mismo las geisha que las oiran, que son a las que se refiere #10 cuando dice lo de que al llegar (los soldados americanos) a Japón vieron prostitutas vestidas de geisha.
Es un truco de fotógrafo, como lo de usar un teleobjetivo para hacer parecer que la gente está más junta de lo que realmente está. Está clarísimo que se ha agachado para hacer la foto desde abajo y que las olas tapen los molinillos.
#112 Si no recuerdo mal, cuando lo de la vacuna del chis, me enviaron varios sms para indicarme la fecha y el lugar de la cita, así que queda claro que ya tienen, si no todos, la mayoría de los números de teléfono asociados a una persona física.
No he dicho nada de partidos pero estoy casi seguro de que si no hubiera habido esos tweets de políticos tratando de culpar al partido contrario, no se habría montado la que se ha montado.
Yo estas cosas no las entiendo. Incluso aunque fuera un sms un email o una llamada, joder, que no es que te estén intentando vender algo y te estén enviando notificaciones a todas horas todos los días, que es para intentar evitar situaciones de peligro en una situación inusual.
Y más ahora que cada vez menos gente ve la tele y hay más posibilidades de salir a la calle pensando "sólo es un poco de lluvia".
#6 en un mismo mes hice 4 pedidos a amazon.com de los que se hizo cargo Seur conforme iban llegando a España. Los fueron entregando todos en un punto de recogida que me pillaba bastante lejos y el motivo según ellos era que me había mudado de domicilio.
Ha pasado ya casi un año de eso y todavía no sé donde está mi nuevo domicilio.
No sé si la cosa habrá cambiado pero hace unos años asistí a varios conciertos en Japón. En todos ellos estaba prohibido hacer fotos y la gente lo respetaba. Pregunté a algunos que estaban a mi lado y me comentaron que la principal razón era para no molestar a los que tienes detrás.
Anda que no pude disfrutar de esos conciertos. Mas tarde, para los recuerdos, me compré el concierto que más me gustó en Blu-ray y lo he vuelto a ver unas cuantas veces de principio a fin.
"el ministro de Trabajo indicó que este aumento les daría a los trabajadores la opción de acumular más horas extras a cambio de poderse tomar descansos más prolongados." Qué suerte para los trabajadores
#110 Estuve a punto de escribir el comentario como los valientes, sin el emoticono.
Qué ganas tenéis algunos de tildar a todos como "putinlovers". Aprovecháis cualquier ocasión en lugar de parar un momento a entender lo que habéis leído.
#48 Cuando se comete una infracción con el coche, el propietario del vehículo está obligado a identificar a quien conducía o ser sancionado si no puede identificarlo. Aquí debería ser igual, el superior debería identificarlo o comerse la sanción.
#22 No hay que hacer muchas cuentas para ver que si han fallecido 140 personas (según la entradilla) no cuadra con lo que dicen los organizadores de la quedada.
#62 Si no recuerdo mal, en la web de la lista, hay un apartado en el que hay casillas para marcar los tipos de llamadas que quieres dejar de recibir y una de ellas era para las ong's.
#159 Ya ha llovido desde entonces pero recuerdo que cuando nos vinimos a vivir aquí desde Alemania, los salvajes me parecieron los de aquí. Un día, acompañando a mi madre, parados delante de un paso de cebra, extendí el brazo (como nos enseñaron allí en el colegio) y me quedé a cuadros, casi avergonzado, al ver que nadie paraba.
Ahora, la cosa ha cambiado mucho y aunque no todos, muchísima gente se detiene para ceder el paso a los peatones pero no ha sido siempre así. Al menos por la zona donde vivo.
Teniendo yo 16 añitos (quién los pillara), mis padres estaban “estudiando” la Biblia con los testigos.
Aunque a mí no me hacía demasiada gracia, iba con ellos a las reuniones/misas y más o menos hice amistad con la gente que había de mi edad.
Un fin de semana, iba yo con mis amigos reales por una zona de tascas que normalmente no frecuentábamos y me encontré con una de las hijas del “anciano” (creo recordar que así se llamaban) que llevaba el estudio de mis padres, la saludé y continué la fiesta con mis amigos.
Ella iba con un cigarrillo en una mano y un cubata en la otra, cosa a la que no le di importancia aunque para ellos esas son de las cosas malas malosas que no se deben hacer (fumar y beber).
El caso es que, el lunes siguiente a ese fin de semana, me preguntaron mis padres que qué había ocurrido el fin de semana, ya que el padre de la chica les había estado echando la bronca porque su hija le dijo que me había visto fumando y bebiendo. Imagino que creería que la iba a delatar y prefirió atacar antes.
Les expliqué lo que realmente había ocurrido y por suerte mis padres todavía no tenían la cabeza tan mal como para creer antes en otros que a su hijo y tras algunas discusiones, acabaron mandándolos a paseo.
De la que me libré.