#5 El roedor (la rata, vamos) directamente te hace el nido en el motor (experiencia propia), y ahí te encuentras multitud de cosas que habían desaparecido en el garaje: folleto de instrucciones de una maqueta (a cachicos), el enchufe macho de una lámpara, un destornillador (por el mango de goma, supongo), todo bien emparejadito en el hueco de la rueda de repuesto (hablamos de un citroen GS de 1978, pasaba muchos meses dentro del garaje).