No falla: a más imponente el bicho, más cuqui el nombre y viceversa. "Caramelo" y "Regaliz" son dos preciosos e imponentes cabestros de una tonelada, pero luego te encuentras a un carlino con el nombre de "Titán", "Furia" o "TROSKI EL ANIQUILADOR DEL MUNDO EXTERIOR, LÁTIGO DE DIOS".