Me ha parecido ver la misma evolución en varios foros online: de un momento primigenio, en la cual se comentan noticias de tecnología, se hacen chistes malos recurrentes y en general reina la ingenuidad, hasta el momento actual, en que hay que ser cínico a toda costa. Cada vez que respondemos a alguien asumimos por defecto que si su opinión es contraria a la nuestra es cuestión de ignorancia o mala voluntad.
Unas oposiciones, igual que cualquier proceso de selección, son discriminatorias por necesidad. A partir de ahí hay criterios legítimos e ilegítimos. Todos podríamos estar de acuerdo en que no se debe discriminar por edad, sexo o procedencia. En cambio la experiencia previa, los idiomas o la titulación son habitualmente variables que se evalúan de una u otra forma.
¿Podría no ser así? Claro. Quizá, si hace falta, pueda hacerse un proceso de selección que permita presentarse a ese hipotético cirujano de fama mundial que solo habla castellano. Pero mientras sea materialmente posible, es decir, mientras haya una cantidad suficiente de médicos perfectamente válidos que conocen la lengua vernácula, algo que resulta útil para el desarrollo de su trabajo, por qué no tenerlo en cuenta?
#75 En ese caso, dado que no estamos hablando de una mera tautología sino de algo empírico que se desprende de la historia, cabe pensar que habrá formas de defender la igualdad que no pasen por la teoría feminista.
#25 Definir una teoría política con el diccionario es simplista por necesidad. Es como decir: "liberalismo es la lucha por la libertad individual. Si luchas por esa libertad individual eres liberal". Pues... no.
#84 Sé que eso de "si el feminismo es igualdad, ¿por qué no lo llamas igualdad?" suena a comentario de barra de bar. Pero es verdad. Una cosa son valores (igualdad, libertad, autonomía, etc.) que en principio todo el mundo comparte a su manera y la otra teorías políticas (liberalismo, socialismo, feminismo, etc.). Desde una posición crítica (no militante) no se puede asumir que una teoría política tenga exclusividad sobre un valor determinado.
Bueno, todos estamos de acuerdo respecto a la ética del hecho. Así que permitidme que hable de los comentadores, más que de los infractores.
Me parece que los que se quejan de los pocos casos que se han dado a conocer seguidos viven en una especie de distopía donde reina la paz, todo el mundo es clase media y los únicos sucesos que ocurren son los que aparecen en los medios. Simplemente nunca vamos a poder erradicar la injusticia del todo: cada minuto que pasa hay un robo, un maltrato (físico o psicológico)... que no salen en la TV.
Por otra parte me parece peligroso aplicar aquí la "pendiente resbaladiza", diciendo que el que maltrata a un animal es un psicópata que bien pudiera haber matado una persona. Un ejemplo de ser civilizado no es, desde luego. Pero el maltrato animal, desde toreros a adolescentes inconscientes, no es del todo marginal. Los que hayan vivido en pueblos sabrán lo que hacían algunos con las camadas de perros que no se querían, o con los perros de caza que se hacían viejos.
#23 Quiero decir, que todo el mundo sabe que hay que poner límites. La cuestión está en dónde ponerlos.
Con lo de los móviles imagino que influye la presión de grupo. Si bien mucha gente entiende que un niño de ocho años (o de quince) no necesita un smartphone, a medida que los demás niños aparecen en clase con su propio cacharro, los demás padres se sienten más presionados para comprarle a su hijo uno. En el sentido que el coste de que el niño se sienta "marginado" empieza a pesar frente a los beneficios de no tenerlo. Seguramente no compensa, pero puedo entender que muchos acaben cayendo.
Joven es, no digo que no, siendo del 85. Pero estamos tan acostumbrados a que el mundo de la novela esté tan envejecido que parece que tener 30 años es ser precoz, un chaval.
Como todo, depende de las circunstancias de cada uno. No es lo mio estar en la India que en Holanda, o irse a los 40 con hijos y sin un trabajo cualificado, que a los 25 recién salido de la universidad. Hay gente no le supone gran esfuerzo mental expresarse en una lengua extranjera, ni el cambio cultural (que, de hecho, es mínimo en Europa), ni ver a los familiares una vez al año. Y otros que estas mismas cosas se le hacen cuesta arriba.
Les habrá pasado a muchos, esto de irse fuera pensando que vas a echar de menos tu familia, el clima, hablar español continuamente... y darse cuenta que no, que están de puta madre, y que fingen el "drama" del expatriado por puro cuento. Y al revés.
Antes de soltar lo mal que está el mundo etc., etc., ¿tenemos estadísticas que nos muestren que hay un aumento significativo de la violencia en las escuelas? Es decir, que no es sólo producto del foco mediático, puesto que antes las barbaridades pasaban desapercibidas.
Creo que es algo más común de lo que parece. Todos nos sentimos especiales y nos gusta representar a los demás como una especie de marionetas que no ven más allá de sus narices, pero en definitiva nuestros gustos son bastante predecibles. Al final a todo el mundo con unas determinadas características sociológicas le gusta más o menos lo mismo.
Gente a la que le gusta la música clásica, el jazz, las fotografías en blanco y negro, los cuadros abstractos, la literatura "existencialista", pasar los sábados en casa en vez de socializar, etc. hay a patadas. Levantas una piedra y aparecen mil. Al fin y al cabo, los museos, galerías de arte, salas de concierto,etc. también tienen su publico. Todo tiene su mercado.
Yo también creía ser único, pero me di cuenta de que solo era pretencioso y, encima, sin motivos. Esos libros que creía que sólo me gustaban a mi resultaron ser un éxito de venta. La gente engaña y esa persona tan "normal", ese compañero de trabajo que parece el prototipo del hombre-masa puede ser un lector de Heidegger en alemán, o alguien que se dedica a crear distros de Linux, a pintar miniaturas o a estudiar Física a distancia.
Lo cual no va en contra de los propósitos de #0. Buscar gente que comparta los gustos de uno es encomiable.
Una de las cosas que llama la atención -tomadlo como un comentario al margen, nada más- sobre los acontecimientos alrededor de la independencia es que la izquierda propiamente dicha ni está ni se la espera. El día que un partido del cambio, sea Podemos o cualquier otro, intente tocar la estructura de este país, sólo hará falta que un par de empresas grandes expresen su descontento y su libre voluntad de mover su capital. La gente que tanto protestaba se amilanará y volverá pacíficamente al redil.
Como dice #69 , raramente los alumnos saben para qué sirve lo que están estudiando. Uno se pasa la vida dando matemáticas pensando que no sirve para nada. O física, creyendo que son paranoias ya superadas. O inglés, sin tener ni el mínimo interés en salir a la calle y practicar lo que se aprende. Como si fuese sólo un trámite por el que hay que pasar.
Y lo cierto es que muchas veces tampoco el profesor sabe para que sirve lo que imparte, a parte de para cobrar a final de mes.
El Walden muchas veces se pone de ejemplo de rebelión personal, en plan "atrévete a dejarlo todo y vete al bosque a vivir la vida auténtica". Pero la experiencia de Thoreau, si no recuerdo mal, se parecía más a irse a una caseta en el campo de vacaciones. Vamos, que no era un ermitaño. Vivía cerca del lago y tenía vecinos y visitantes frecuentemente. Y cuando se cansó dio por terminada su experiencia y se fue a casa.
Lo cuál no quiere decir que no tenga valor ensayístico/filosófico.
Vaya por delante que no sé casi nada de psicología, así que no me hagáis mucho caso.
Pero si la psicología toma como método reestructurar los "esquemas mentales" del paciente para que afronte un determinado problema, el hecho de que haya tantos casos de psicólogos con problemas no cuestionaría de alguna forma ese método?
#69 Pero el pensamiento crítico así entendido no deja de ser un conjunto de técnicas que hay que aprender (catálogo de falacias, lógica proposicional, etc.) y practicar a través de la argumentación, etc. Simplemente me parece que no se puede ser crítico, por ejemplo, en política si no se tienen conocimientos concretos sobre política. En esta línea, más o menos: culturacientifica.com/2017/03/30/los-colegios-no-deberian-ensenar-habi
No quisiera tampoco defender la cultura del esfuerzo. Pero diría que hay mucho fetichismo alrededor de conceptos como la creatividad. Uno desarrolla una habilidad a base de estudio o práctica. Aprendizaje reglado o a veces sólo interés y curiosidad. Pero en cualquier caso no son cosas que se aprenden haciendo un cursillo para "desarrollar tu potencial".
Me resulta difícil imaginar como estas "capacidades cognitivas" (creatividad, pensamiento crítico, etc.) que la escuela y todo el mundo se pone como objetivo enseñarnos puedan ser algo así como "capacidades potenciales" independientes del medio y de las técnicas particulares.
Es decir, que un niño que no dedique horas a aprender a tocar un instrumento difícilmente podrá ser creativo musicalmente hablando. Por mucho que se dedique a hacer deportes exóticos o a pintar libremente en las paredes.
"Creatividad" es un término bastante reciente y lo cierto es que no está demasiado claro lo que significa. El propio verbo "crear" ha estado asociado a lo largo de la historia con algo simplemente humano, como sinónimo de hacer; estrictamente divino (creare ex nihilo), en la teología medieval; o algo propio de los artistas, a partir del siglo XIX.
A (casi) todo el mundo le suena bien, esto de la creatividad. Tanto al "antisistema" partidario de una escuela alternativa como al gerente o al encargado de RRHH en un banco (grandes interesados en esto de la inteligencia emocional y similares).
Pero, si intentamos dar una definición, el término se nos escapa de las manos. Y si buscamos imágenes en google lo único que encontramos son cerebros teniendo explosiones de colores, o empleados con corbata sonrientes.
El problema es considerar el trabajo un fin en sí mismo, más que un medio para vivir. Es un tópico, ya lo sé. Se puede ver aquí en meneame mismo: a veces se utiliza el trabajo como una señal de orgullo. Oigan, que yo he trabajado desde los 16 al tiempo que me sacaba una ingeniería. Como si el hecho de trabajar fuese una medalla.
Y lo cierto es que si tienes deudas, familiares a tu cargo y similares estás jodido. Hay que trabajar, no te queda otra. Pero incluso los jóvenes sin cargas están ansiosos por ponerse al servicio de una empresa u otra. Se diría que les gusta seguir ordenes. Cumplir objetivos ajenos. "Hacer carrera", "progresar". El empleo asalariado es más que una forma de ganar un sueldo. Es una forma de distinción social. Una forma de definirnos y dar sentido a nuestra vida.
El feminismo es (1) un conjunto de teorías políticas (2) que buscan la igualdad entre sexos (o la emancipación de la mujer). Al final lo único que tienen en común un "feminismo" con otro es que ponen el foco de atención en la "mujer", entiéndase lo que se entienda por ello en cada caso. Asumamos la definición, sea como sea.
El problema viene cuando nos centramos en (2) y se dice únicamente "el feminismo busca la igualdad" o, incluso, "feminismo ES igualdad", con lo que "feminismo" se convierte en una especie de valor moral positivo que no puede ser criticado (¿quién puede estar en contra de la igualdad?). Puede servir para una definición de diccionario, o para un manifiesto. Pero no permite ir mucho más allá. Así, se dice que "feminismo no es lo contrario de machismo" (lo cuál es verdad). Pero a renglón seguido se cava la trinchera: si no eres feminista eres machista.
Me parece más lógico centrarse en (1), el feminismo como corriente o conjunto de corrientes, y ver en cada caso cuál es el análisis descriptivo y normativo de la sociedad que subyace. Al fin y al cabo, se presupone que toda teoría política/movimiento social/corriente de pensamiento (sea comunismo, liberalismo, conservadurismo) se define a sí misma en base a valores como la libertad, la igualdad, etc. Y ninguna puede asumirse acríticamente. Definir una ideología en base a aquéllo que pretende conseguir nos aboca a discusiones esencialistas que sólo sirven para trazar la frontera (gruesa) entre los buenos (los guardianes de las esencias) y los malos (los otros).