Me voy a poner un pasamontañas para que no me reconozcan la cara cuando hago gilipolleces del tamaño de un estadio pero no me voy a cubrir los tatuajes con los que me reconocerían hasta de noche en cualquier garito.
Sí impresiona el tío. Impresiona lo imbécil que puede llegar a ser la gente.
#1 Lo primero: El Espacio es el diario sensacionalista de Colombia. Periodismo amarillista y cruento.
Lo segundo: en Colombia la justicia prácticamente no existe, nada que ver con el sistema judicial español. Entre el 90 y 95€ de los crímenes quedan impunes. (eldiplo.info/mostrar_articulo.php?id=76&numero=33). Eso sin contar con la corrupción y la injusticia social.
Sin que haya demasiada claridad sobre la nacionalidad, identidad, género o religión de quienes murieron allí, hay dos hechos muy claros: 1) fue una barbarie como no debe ocurrir jamás de nuevo, 2) son los judíos los únicos que se recuerdan constantemente, incluso hasta sacar provecho de ello.
#14 Sabía que alguien me entendería
Lástima que, pese a la buena inspiración que da la realidad en España, no haya para series como esa aquí, visto lo que pasa con la Policía, o la Guardia Civil, o el Ejército, o la Justicia o... no sigo, que me eternizo.
Qué duro es para muchos vivir con preguntas, pero claro, es fácil sucumbir a las respuestas, sobre todo cuando te las dice alguien que asegura estar en lo cierto por obra y gracia del poder divino. Y ahí acabas creyendo en zombies, espíritus con forma de paloma, humanoides alados sobrenaturales y seres imaginarios todopoderosos.
#9 "aunque sea difícil de apreciar" Ahí está el asunto. Hay muy poca gente con el oído lo suficientemente refinado para apreciar la diferencia de calidad. Diferencia que, además, importa poco en la mayor parte de la música comercial. Para los puristas podría haber un mercado de música digital de alta gama, como ya hay reproductores carísimos de mucha definición. Para el resto de los mortales nos basta con tener música accesible, barata y variada para escoger sin problemas.
Sí impresiona el tío. Impresiona lo imbécil que puede llegar a ser la gente.