Yo estoy muy en contra de la ideología y política de la dirección de ECI, que son unos fascistas corruptores ultracatólicos que estarían mucho más felices en una dictadura; pero respeto el que (históricamente) era el modelo de negocio del grupo, que se basaba en una buena atención, buen producto y facilidades de compra.
Pero, muy posiblemente influido por esa ideología retrógrada de la dirección, El Corte Inglés no ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y aprovechar su posición dominante y su prestigio, con lo que ahora (si no lo remedian, y cada vez lo tienen peor) siempre irán cuesta abajo.
Lo que pasa es que el sitio de El Corte Inglés posiblemente no lo ocuparán empresas más éticas (y eso que ECI de ética anda más bien escaso) sino empresas con costes más bajos, vía menos personal (mucho menos personal), salarios más bajos, productos de calidad inferior, pagos inferiores a proveedores, etc.
Si a ECI lo substituyese una cooperativa formada por los trabajadores, al estilo de la Corporación Mondragón; por mi encantado de que El Corte Inglés (actual) desaparezca y nazca renacido en eso. Pero me temo que en la realidad será substituido por el émulo cutre de Mercadona cruzado con un hiperchino y la estética del DIA.
Y a la dirección de ECI aún les queda un as en la manga: puede organizar su salida a bolsa para financiarse, con un poco de ingeniería finaciera por aquí y un poco de publicidad por allá conseguirían mucho dinero (aunque pasarían a tener que dar cuenta a los accionistas de sus actividades...) y unos años de margen para seguir exprimiendo la herencia de Ramón Areces.