Los poetas otorgan libertad porque dan vida a las palabras.
Que un partido -el PP, en este caso- lo emplee para revestir con sus versos y su figura unas torpes iniciativas, resulta bastante asqueroso.
Que otro partido se crea directamente administrador de un poeta, me parece repulsivo.
Nadie gritará que la Libertad no es una palabra o una idea sino un estado, y que el pobre Miguel Hernández, luchador él de antiguas causas, sólo aspiraría hoy a que la gente lo leyese libremente. Pero debería gritarse.
Ni uno ni otro partido, cada uno vuelto hacia su propia parroquia, merecen tener al poeta de su parte.
Porque las Palabras, que Miguel tanto amó, convertidas en Política mueren.
Yo pensaba que era un servicio educativo del Estado.
Y que, por lo tanto, ya que el Estado lo mantenía con nuestros impuestos, no era necesario que fuera rentable, sino que cumpliese efectivamente con su función: educación superior.
Porque las empresas rentables "por obligación" son las privadas. Si no lo son, desaparecen.
Aterrado me quedaría si la Universidad se fuese al garete debido a su falta de "rentabilidad".
Porque, ¿no sería absurdo que la banca mereciese más esfuerzos en inversiones a fondo perdido que la educación?
Propiedad y Rentabilidad: una maravillosa manera de decirnos que la universidad va a morir.
#12 "Tambien soy anticapitalista, ya que me parece que es un sistema en donde prima el tener dinero para obtener más dinero sin importar a quien pisoteo."
La verdad es que el feminismo que nos rodea tiene poco de anticapitalista, amigo mío.
Es otro modo de mentalizarnos de que lo importante de verdad es entrar en el Sistema de Poder: en trabajar para el Futuro abstracto, en abrir cuentas en bancos y en consumir; en trepar en una empresa o en adquirir mayores puestos de poder.
Si te fijas, lo que no podían hacer las mujeres hace 50 años es lo que ahora sí hacen: abrir una cuenta sin el consentimiento del marido; ocupar un alto cargo en compañías; o preocuparse por asuntos que antes consideraban -con razón- "tonterías de los hombres". Como invertir en bolsa y demás especulaciones capitalistas con el Vacío.
No obstante, ya que estamos hasta el cuello metidos en esto que defines como "prima el tener dinero para obtener más dinero", nos han convencido que llamemos "Igualdad" al hecho de que cuantos más seres humanos correteen en la rueda del Hámster del capitalismo, mejor. Y es terrorífico.
Lo que quiero decir, para que no se me malinterprete, es que la "igualdad de derechos" así llamada por el Poder es, en realidad, igualdad de Sometimiento. Los hombres, que mandan, están sometidos desde que nació el capitalismo. Ahora las mujeres quieren entrar en ese sometimiento.
Verdadero feminismo sería un destrucción del Poder actual a manos de las mujeres. Una raza de mujeres que pasen de la producción de Capital, y digan NO a todo lo que sea infiltrarlas en la rueda. Y que descubran en lo femenino un antídoto contra la sumisión al Poder.
Y llamo Capitalismo pleno al hecho de que el Dinero, desprovisto del patrón-oro, no sea más que un artículo sustentado por la Fe en él de los consumidores.
Contra esta fe abstracta y nociva deberían luchas las verdaderas reivindicadoras de la mujer.
Eso sería feminista y además de verdad anticapitalista.
Capitalismo del bueno les daba yo a estos infelices para que dejaran las bárbaras costumbres del ojo por ojo.
Cuando la historia ha demostrado que nosotros somos lo más, la cresta de la ola, los que sabemos de justicia y de hacer sociedades como está mandado. Y es un evidente atraso que la justicia de los demás países no sea igualita a la del mundo Desarrollado ya mismo.
¡Normas universales ya! ¡Moral universal ya!
Que ya sabemos que el hombre, cuando es ignorante y no le educa nadie, es un desalmado que hace cosas como ésta.
¡Menos mal que caminamos todos de la mano hacia el Futuro y el Progreso, para que estas cosas ocurran cada vez menos!
Como dice el refrán: los unos por los otros, y la casa sin barrer.
Una guerra absurda -esto es: que no le conviene al egoísmo de ninguno de los dos- propiciada por circunstancias políticas adversas, que poco o nada tienen que ver con la verdadera "voz del pueblo".
#16 "Mediterráneo" y "Mi Niñez", dos discazos, son íntegros suyos. Salvo la canción "Vencidos", que es un poema de León Felipe. Y es un músico-poeta tan cojonudo como un piano de cola.
Si no se te erizan los pelos de la espalda con temazos como "Barquito de papel", "Vagabundear", "Mi niñez", "Fiesta" (qué escándalo de obra maestra), y la archiconocida "Mediterráneo"...
#3... No se nos muere de hambre; no deja al gobierno en ridículo; no nos hace gritar contra la opresión al Sahara; no plantea dudas legales: luego no es noticia.
Ya hacen los gobiernos y sus empresas y sus bancos buena caja con pc´s, mp3, mp4, Ipods, teléfonos móviles, publicidad en la Red, conexiones a Internet, discos duros externos y mil cosas más.
En China y en países aún no del todo occidentalizados creen que la censura vale para algo.
Aquí, más resabiados, saben que lo verdaderamente útil es amenazar con quitar algo de "libertad de expresión"; y no quitarla, al final, nunca. Así todos creemos que hemos ganado, y ellos, mientras, se siguen saliendo con la suya.
No nos engañemos: necesitan crearnos más necesidades económicas.
Para ello es necesario hacernos creer que nos expresamos libremente.
Mientras nos endeudemos, pidamos créditos, y consumamos la nueva tecnología de turno como zombies (y lo demás: tele, DVD, coche, ropa de marca, alcohol...) no nos tocarán ni un pelito.
Si yo fuera mono y conociese un poco al hombre, así como su afición a todo lo "raro" y a destrozar la natura, huiría lo mismo por patas como hace este sabio simio.
Pues para desgracia de todos te va a empezar a sonar a "esto está tan masificado que no merece la pena mantenerlo" y a "aprovechando que el Pisuerga pasa por Bolonia, vamos a ver si la privatizamos un poquito".
Que un partido -el PP, en este caso- lo emplee para revestir con sus versos y su figura unas torpes iniciativas, resulta bastante asqueroso.
Que otro partido se crea directamente administrador de un poeta, me parece repulsivo.
Nadie gritará que la Libertad no es una palabra o una idea sino un estado, y que el pobre Miguel Hernández, luchador él de antiguas causas, sólo aspiraría hoy a que la gente lo leyese libremente. Pero debería gritarse.
Ni uno ni otro partido, cada uno vuelto hacia su propia parroquia, merecen tener al poeta de su parte.
Porque las Palabras, que Miguel tanto amó, convertidas en Política mueren.