Hace 8 años | Por Jesie a infovaticana.com
Publicado hace 8 años por Jesie a infovaticana.com

La menor comenzó con 10 años un tratamiento hormonal que retrasa su pubertad con la bendición de su madre. Ahora el padre acude a los tribunales para evitar que el tratamiento siga adelante.

Comentarios

J

Lamentablemente vivimos en una sociedad en la que nos han acosumbrado a que el más poderoso impone su opinión al más débil: esto ocurre cuando un gobierno impone leyes al pueblo, cuando una empresa impone obligaciones a un empleado o como en este caso cuando un padre impone por la fuerza su opinión a sus hijos. Por suerte para esta chica gracias al juez va a poder intervenir en su propio caso ya que de ello depende su propio futuro y tiene probabilidades de ser feliz cumpliendo su deseo de manifestar su condición de chico.