El siguiente relato fue enviado a lanacion.com por Diego Fernando Batista. Si querés compartir tu propia experiencia de viaje inolvidable, podés mandarnos textos de hasta 5000 caracteres y fotos a
[email protected]
Faltan unos minutos para las 7 de la mañana y me encuentro desayunado en la estación de Ulan Bator, en la capital de Mongolia. Pedí lo mismo que casi todos los esperan para subir al tren: un té con leche bien diferente, espeso, grasoso y algo salado, con un dumpling de cordero, un desayuno calórico que consumen los locales para combatir el frío.