Olga Zajac era una mujer que tenía una peluquería en Meshchovsk, al oeste de Rusia. Un día, ya con el local cerrado, un ladrón irrumpió en la tienda para robar todo el dinero de la caja. Pero a aquel delincuente, Viktor Jasinski, se le escapó un detalle, y es que el establecimiento no estaba completamente vacío, pues la dueña todavía seguía dentro. Olga, que era cinturón negro en kárate, golpeó a Viktor, lo dejó inconsciente y lo llevó a la parte trasera de su negocio, donde lo ató los pies y manos y lo obligó a tomar viagra. Inmovilizado compl