"Después de seis años trabajando como un loco en Hostalia, debí tomarme un descanso. El exceso de optimismo puede llevar a arriesgar mucho dinero en nuevos proyectos”. Habla Eneko Knörr, un referente en el mundo del emprendimiento en España, consejero delegado y fundador de Ludei y que en 2007 vendió su compañía, Hostalia, a Nazca Capital. Como él, otros emprendedores de éxito se están enfrentando al dilema de vender o no su negocio y tener que empezar de cero, en muchos casos, sin haber cumplido la treintena.