Seamos honestos: Robert E. Howard estaba fascinado con la violencia. Boxeo, juego de armas, esgrima, batalla: estas actividades violentas aparecen, ampliamente, en las obras de Howard. Mas ¿con ello entenderíamos que Howard ensalzaba la violencia? A veces lo hacía. A veces no. Sería incorrecto afirmar que Howard articuló una sofisticada teoría de la violencia. Y, sin embargo, hay pruebas de que el joven escritor pensaba profundamente en la violencia y no siempre la glorificaba ingenuamente.