RL Extreme

 

—Recuerde: éste no es lo que usted conoce como un juego normal. Es mucho más complejo que cualquier otro juego desconocido, amateur, hypeado, casual o hardcore. Esto, se lo aseguro, está fuera de los confines habituales de cualquier otro tipo de entretenimiento moderno. Sólo has de fijarte en la máquina que hemos construido para que funcione. No importa cuán minituarizados u optimizados estén los componentes ni cuál sea su efectividad: no hemos podido hacerla más pequeña pues la potencia que requiere, la energía que consume, los materiales necesarios, los componentes más precisos y todo lo que supone la programación base están en este gran ordenador tan grande como un rascacielos.

>>En su rostro veo sorpresa... ¿o son dudas? Dejará de dudar una vez entre y compruebe de qué pasta está hecho este monstruo. Mire, fíjese: incluso las puertas son componentes de esta gran máquina. Impresiona, ¿eh? Pero no nos centremos en este procesador terciario y su disipador pues ahora estamos en la parte donde empezará a sorprenderse de verdad: todas las paredes, a pesar de su aspecto cristalino y liso, son circuitos integrados de enorme tamaño, con una cantidad de núcleos indecente cuya potencia no se puede medir ni siquiera en exaherzios. Ya sólo conseguir la energía necesaria para que esta salita cumpla su función consume todos los recursos de la central nuclear que hemos construido bajo tierra. Yo voté por energía solar y energía solar se usa pero, por desgracia, no fue suficiente y hemos tenido que acabar echando mano del poder del átomo. Si es ecologista, siento decir que, para concederle la mayor de las experiencias, no hemos tenido más remedio que echar mano de energías un tanto más constantes y eficientes que las limpias solar o eólica... con razón voté para construir esto en una montaña.

>>Pero dejémonos de las especificaciones energéticas. Lo primero que debemos hacer es hacer efectivo tu registro en “RL Extreme”. Ya sabe, asuntos legales. Todo el proceso de inscripción requiere de un papeleo especial. Sí, ya sé que es una tontería sin sentido pero es así como los politicastros han permitido la construcción de este gran complejo: asegurándose de que todo el que entra aquí acaba por poder salir... si es que quiere salir. A decir verdad, ninguno de nuestros clientes ha podido dejar sus partidas a la mitad. Una vez se conectan a esta gran base, empiezan a vivir una experiencia fuera de lo normal en la que nunca ya más son capaces de imaginar que puedan vivir sin seguir estando en contacto con ella.

>>En fin, aquí tiene los papeles de rigor. Tómese su tiempo para firmarlos. Por triplicado habrá de entregar identificación, permiso, cuestionario acerca de nuestra reglamentación cuyo contenido ha de conocer a la perfección, cuestionario acerca de sus razones para acudir a nuestros servicios, cuestionario acerca de su estado mental (sí, esa gente le trata de loco incluso antes de llegar a cruzar esa puerta), estado de su cuenta corriente (tampoco negaré que somos gente interesada pero, ya sabe, así es el capitalismo), transferencia bancaria de... en fin, cuanto más tempo quiera estar en nuestro gran sistema, más habrá de pagar. Podría quedarse una vida aquí dentro pero a cambio de toda su fortuna. De nuevo se lo preguntaré: ¿en serio quiere pagar por este servicio?

>>¡Oh, así me gusta! ¡Que asienta con fuerza!

>>Dicho esto, también habrá de darnos los resultados de su prueba médica. Esto ya es tanto interés legal nuestro como suyo. Teniendo en cuenta la cantidad de ondas y la intensidad de las temperaturas y tensiones que puede llegar a sentir una vez lleguemos a su puesto en el quinto piso de este sistema, queremos asegurarnos de que no tenga un marcapasos o cualquier otro sistema sensible a este ambiente sin que nos haya avisado. Lo último que deseamos es que se muera en nuestras instalaciones. ¿A quién, sea persona o corporación, le gusta cargar con culpas así?

>>¿Tiene su biografía por ahí? Sí, éste era el paso más molesto del registro pero es lo mejor para comprobar que no sufrirá taras en su personalidad una vez salga del sistema. Sí, ya sé que nunca nadie ha querido salir pero tenemos entendido que la presión a la que somete el sistema “RL Extreme” al cerebro es tal que es posible que acabe perdiendo memoria o, lo que es peor, que acabe por pensar que usted no es quien cree ser. Aunque hemos minimizado riesgos al exigirle pasar por el examen médico de la empresa. Imagino que a alguien tan activo como usted, que tanto ha sido uno de los colaboradores en al construcción del ascensor orbital como un gran deportista a lo largo de su vida está sano como un toro. ¡Estoy seguro de que no podemos preocuparnos por usted dada su poderosa complexión!

>>En fin, me tomaré un aperitivo mientras usted termina de rellenar todas las firmas que se le exigen. Con suerte, en dos horas podré llevarle a la segunda fase de su registro.

*

—¿Ya ha acabado? Me alegro por usted... aunque no puedo decir lo mismo de su mano izquierda. ¿Necesitará una aspirina? ¿Un calmante? ¿Un pequeño refrigerio? Aunque me diga que no, necesita pasar por una comida antes de iniciar el proceso de registro. Esto es como una donación de sangre: necesita algo de comida en su estómago sólo que, en este caso, tiene que ser antes. La comida le ayudará a evitarle problemas gástricos una vez se trague las cápsulas con nanomáquinas que le permitirán conectarse con todos sus sentidos, personalidad y voluntad al sistema “RL Extreme”. Ha habido más de un caso de personas que han acabado con una úlcera a causa de no haber soportado la ingesta en ayunas.

>>El menú es variado aunque, como de costumbre, le recomendamos que se satisfaga a gusto con las especialidades de nuestra cafetería. Como puede ver, esto parece más bien un restaurante de lujo. Lo mejor para los mejores, al fin y al cabo, a partir del momento en el que entre en su puesto, viviremos por y para usted.

>>Mi recomendación personal es el “filete réplica de la granja 32”. Sin duda, por allí hacen un trabajo inenarrable para encontrar métodos de clonación efectivos. Esta reproducción logra replicar con tremenda precisión la textura y sabor de una ternera del norte de Ofiuco... ¿es capaz de recordar cómo se llamaba ese lugar antes de llamarse Ofiuco? Como sea, en ese lugar ni siquiera quedan ya las montañas. La vida cara requiere de recursos constantes...

>>No deje de saborear tampoco las réplicas de manzanas y naranjas. Supongo que usted no es de esos que aún son capaces de considerar “sabrosos” esos sucedáneos que venden a los arrastrados proletarios cuando ha dado muestras de estar por encima de esa gentuza que le rodeaba durante su infancia. Usted nútrase, nútrase: son productos de la máxima calidad.

*

—Me alegro de que el almuerzo que que acaba de disfrutar haya sido de su agrado. ¿Seguimos ya con el procedimiento? Tenga paciencia: no por nada le hemos hecho venir a las seis de la mañana. Sólo podemos hacer esto un paso de cada vez. Ahora, siento decírselo, accedemos a otra exigencia legal: tiene que desnudarse y recibir una desinfección completa antes de tomarse las cápsulas. No se tome esto como algo humillante: todos sus antecesores han pasado por lo mismo. Los politicastros dicen que este lugar puede resultar infecto sin un control adecuado y, tras las primeras experiencias, hemos visto que llevan razón... Cuando termine de darse su ducha desinfectante, le entregaré la bata del uniforme que llevará de ahora en adelante y el contenido de esta caja y se lo tomará delante de mí así como de los testigos y notarios elegidos a tal efecto. Queremos asegurarnos de que no sea nuestro producto el que acabe con su vida.

>>¿Sabe? Me extraña que alguien como usted haya elegido sumarse a esta iniciativa... ¡oh, no deje de ducharse por mis chismorreos! Me extraña que alguien como usted, con una vida tan plena, haya decidido dejarlo todo atrás para jugar al videojuego más perfecto jamás creado. No es asunto mío pero mi curiosidad puede más que yo. ¿Puedo preguntarle la razón? ¿O es que simplemente ya no sabe en qué gastarse su fortuna? Por favor, no se ofenda y sepa, por delante, que esto es simple curiosidad personal.

>>Oh, comprendo... no quería recordarle malas experiencias. Mi más sentido pésame por lo de su prometida. En lo sucesivo no volveré al tema... a menos que usted desee hablar de ello. Seré todo oídos para usted.

>>Y ya: según los sistemas, no hay ni una bacteria fuera de sitio en su flora. Vístase con el uniforme y sígame hacia la sala de testigos donde, al fin, podrá tomarse las cápsulas. Como bien sabrá, la primera le conectará al sistema “RL Extreme”; la segunda, cortará las conexiones de sus sentidos de la realidad que le rodea para que el efecto de la tercera cápsula le empiece a enviar las sensaciones que vivirá a partir de este momento. No es una tecnología muy sofisticada pero es lo más estable que se ha logrado en los más de diez años de investigaciones que llevamos en el asunto. Ya que no hemos podido lograr un sistema estable per se, al menos hemos recurrido a la más poderosa fuerza bruta que la tecnología puede usar con tal de hacerle vivir la mejor de las vidas imaginables.

>>En fin, tenga un vaso de agua y la primera cápsula. Antes de tomar nada, no olvide repetir la declaración formal ante el notario y los testigos. Si tiene dudas acerca de la declaración, no dude en recurrir a mí, su fiel guía en estas instalaciones... y, por su cara, parece que los nervios le están jugando una mala pasada a su memoria. Muy bien, atienda porque necesita “entender” y “asumir” perfectamente lo que le voy a decir, ¿comprende? A ese detector de mentiras no se le supera con un simple calmante.

>>”Yo, Oroibe Méndez, declaro ser conocedor de las consecuencias de la ingesta de esta dosis de nanomáquinas así como comprendo que, en el caso de fallo mortal, mi cuerpo quedará a disposición de NeuroSoft S.A.. He superado las pruebas médicas y tengo claras sus intenciones. He firmado todas las certificaciones oficiales y he dejado tras de mí todos mis asuntos legales en manos de NeuroSoft con plenos derechos mientras me encuentre inmerso en su programa “RL Extreme”. Los señores Lilius White, Revo Edo, David Álvarez y Diana Espejo son mis testigos y afirmo ante el señor notario Adelardo Filidoro. Afirmo comprender las consecuencias de lo que hago y, ante la superación de la prueba del detector de mentiras, procedo a tomarme la primera cápsula.”

>>Y eso, ahora tómese la primera cápsula. Tendrá que repetir esto mismo con las otras dos pero, creo, esta vez estará menos nervioso. Una vez nos hayamos asegurado de que no sufre ninguna consecuencia ni efecto secundario imprevisto a causa de las nanomáquinas, podremos, al fin, proceder a la última fase de nuestro periplo.

>>Que se trata, cómo no, ¡de la conexión! Las nanomáquinas ya deberían estar produciendo su efecto pero, al no tener un receptor ni un emisor cerca, no sentirá nada hasta que activemos su habitáculo. ¿Está soñoliento? No se preocupe. Si requiere, usaremos una silla de ruedas para llevarle hasta su puesto en el que, al fin, podrá comenzar una nueva vida en la que no va a volver a cometer un error, una en la que podrá acabar en otro cuerpo en apariencia tan real como el suyo o en miles de ellos, todo depende de usted. Mucha gente desea hacer esto en algún momento de su vida, momentos en los que sus decisiones han llegado a mal término y desearían volver atrás para solucionar todo aquello que en estos momentos no pueden remediar. Ahora, sin duda, su sueño se verá cumplido aunque sea una vívida ilusión... ¡oh, no me ponga esa cara! Una vez esté activo el sistema, se olvidará de todo lo que le he dicho y comenzará a vivir un sueño casi eterno en el que podrá dar rienda suelta a todas sus pulsiones, pasiones, fantasías y perversiones sin más límite que su propia imaginación.

>>Y, al fin hemos llegado. Ya sé que se encuentra medio dormido pero este último paso lo tiene que dar usted. Es la prueba definitiva de que desea unirse a esta comunidad. Una vez dentro, perderá el sentido y, cuando vuelva a abrir los ojos, se encontrará inmerso en su nueva vida.

>>Sí, así, muy bien... apóyese. Suba las piernas. Métase dentro... ¿le ha dolido? En fin, no creo que esto pase de un simple moratón. Y, al fin, toca cerrar la cápsula. Espero que la experiencia le resulte harto gratificante. Buenas noches y hasta que decida volver a despertar.

>>...

>>¿Ya está dormido?

—Por completo. Sus constantes vitales están estables, su electrocardiograma no muestra alteraciones y su encefalograma no da señas de conciencia activa.

—¿Seguro que no pasará como en aquel caso en el que tipo lo veía y sentía todo a pesar de la anestesia?

—Por mucho que esto sea tecnología de primera, no podemos distinguir entre lo que sueña y lo que siente de la realidad...

—Es lo mismo, entonces. Tampoco es que se pueda escapar. Activad la máquina y comenzad con la operación. Quiero tener el envío listo antes de las cinco.

—¿Procedimiento expreso pues?

—No, ordinario. Hay tiempo pero siempre y cuando te pongas ahora mismo.

—Ok. Usted diga las prioridades.

—Lo primero, intensifica la sedación por sin las moscas. Luego, procede a la creación de los cultivos de piel. Extrae todas las muestras que puedas en menos de quince minutos.

—¿Sólo quince?

—Máquina nueva, velocidades nuevas. Te sorprenderá lo pronto que volverás hoy a casa. Tras acabar con la piel, comienza por extraer el estómago y los globos oculares. Tenemos pedidos urgentes para antes de mañana así que no te olvides de vaciar el contenido del estómago. Luego, sigue el procedimiento standard: riñones, corazón, pulmones, tejido intestinal...

—...páncreas, hígado, sangre, etc, etc... El procedimiento standard me lo sé de memoria, no se preocupe. ¿Qué hago con el cerebro?

—Conéctalo al ordenador y ponlo a jugar al Rogue. Que se entretenga.

—Muy bien, pues. Usted vaya a tomarse un café mientras preparo los cultivos de piel. Todo ese discursito le debe haber dejado agotado.

—La de vueltas que hay que dar para conseguir un donante hoy en día...