Hermógenes se pegó un tiro cuando supo que su mujer se iba con otro. Con un hombre casado además.
En realidad no fue todo tan rápido: llevaba siete años casado con Helena y todo iba bien, o eso le parecía a él. No tenían hijos y ella a veces se entristecía pensando en un futuro demasiado sosegado y demasiado silencioso, pero encontraban el uno en el otro el apoyo necesario para sobrellevar las pequeñas cargas de cada día sin temer demasiado al calendario.
Todo era armónico. No eran ricos pero llegaban a fin de mes sin apreturas. Se acatarraban de cuando en vez pero no padecían peores enfermedades. Discutían lo bastante para no aburrirse pero no tanto como para irritar a los vecinos.
Todo iba bien, pero falló algo.
Nunca supo cómo conoció ella a Ulises. Ulises vivía en un ciudad a doscientos kilómetros de la suya y era médico pediatra. Probablemente se cruzaron en un foro de internet, o en alguno de esos lugares donde las frustraciones y los deseos de todos se rozan un microinstante en el espacio antes de reaparecer en otra pantalla en cualquier lugar del mundo. Y si los elementos químicos se combinaron por azar hasta llegar a formar la vida, ¿por qué no iban a combinarse entre sí las ideas, los miedos y las esperanzas hasta crear nuevas formas de consciencia?
Tuvo que ser eso. Otra cosa era imposible.
Hermógenes se resignó al abandono de Helena, hizo las maletas y se presentó en casa de Ulises, sabiendo que él no estaría. Lo recibió Andrea, la esposa abandonada, y compartieron la tarde intercambiando amarguras, soledades y orgullos maltrechos.
Antes de irse, Hermógenes le propuso a Andrea que se fuera a vivir con él. No podía ser de otro modo.
Andrea se negó escandalizada y Hermógenes no pudo entenderlo. Para él, aquello era peor que la quiebra de los pilares del mundo: era la destrucción de todo lo que era y todo aquello en lo que creía.
Por eso escribió una carta contando lo que le había sucedido y se pegó un tiro.
Sus amigos de la Sociedad Matemática sufragaron su lápida, grabada con unas pocas palabras:
HERMÓGENES
(1968 - 2009)
BIYECTIVO