El caso de Venezuela es un caso extremo, aunque no insólito. En un continente que durante el siglo XX vivió dramáticos procesos de hiperinflación, el país dirigido por Nicolás Maduro se sitúa ya muy cerca de la histórica depreciación de la divisa brasileña: en 1967 Brasil inició la primera de seis devaluaciones que, con seis cambios de nombre mediante, alumbró el real en 1994 tras restar 15 ceros al cruzeiro. Otro ejemplo paradigmático es el del peso argentino, que perdió 13 ceros entre 1970 y 1992.