El canciller Olaf Scholz calificó el sabotaje del oleoducto Nord Stream en el Mar Báltico de “acto terrorista” y quiere llevar a los perpetradores ante la justicia en Alemania. En agosto, el fiscal general federal emitió la primera orden de detención contra un ciudadano ucraniano por el acto de sabotaje. Sin embargo, un arresto planeado en Polonia fracasó.
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Sarna con gusto no pica.
Alemania está sufriendo las consecuencias de la guerra de Ucrania y las consecuencias de no comprar el gas ruso, la pérdida de Nord Stream.
Ahora se sabe que han sido un grupo de Ucanianos y que Polonia se involucró.
Esto no puede quedar impune.
Aunque el amo lo impedirá, no vaya a ser que la propaganda otaneja lanzada hasta ahora de que era Rusia, dejara de funcionar.