Sobre política y políticos.
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Hijo de ministra, por Diego S. Garrocho

Más allá de los casos puntuales (salvables y excusables en virtud de la autonomía individual), sigo sin entender por qué nunca se elige a un ministro cuya confianza en la educación pública quede probada en su biografía. En unos meses en los que toda la clase política nos regala sus eslóganes en defensa de la sanidad pública exhibiendo la marca de la vacuna en el brazo, sería reconfortante comprobar que los hijos de las ministras son capaces de compartir pupitre con quienes, por necesidad o convicción, optaron por un colegio público.

| etiquetas: ministro , educación , educación pública , biografía

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